La convivencia se ve a menudo emponzoñada por peleas, malentendidos y reproches; todas las parejas las han experimentado. Se atacan, se acusan, se rechazan, pero acaban por encontrar la solución.
EL mal humor
El amor necesita del optimismo para sobrevivir. Aquel que contempla la realidad con desconfianza y cinismo somete a su pareja a una dura prueba de serenidad afectiva.
Antídoto: No te sientas sistemáticamente condicionado por su comportamiento. Cuanto más indiferente seas a sus cambios de humor, más rápido los abandonará. Tu pareja solo intentan tener ascendente sobre ti, quebrar tu seguridad porque cree que si eres fuerte no puede poseerte totalmente.
Insatisfacción y tristeza
Nadie está libre de caer en la depresión, pero vivir al lado de un depresivo es todo un reto. Su sentimiento de incapacidad paraliza toda su energía. En casa es una persona lenta, desorganizada e ineficaz. El deseo sexual ha desaparecido de su vida. No es nada fácil sentirse feliz al lado de alguien así.Antídoto
Es fundamental que conserves tu optimismo y tu buen humor para animar a tu pareja .
Las manías
El maniático se aferra a pequeños detalles que imponen a su pareja. Sus manías responden a un deseo imperativo de marcar territorio. Es una forma de establecer reglas, un pretexto para compensar un complejo de inferioridad mostrándose autoritario.
Antídoto
No entres en su juego. Lo ideal sería reservarle un territorio donde pueda dar rienda suelta a su excesivo gusto por el orden.
El desorden
Desordenarlo todo es una forma de ocupar territorio. Demasiada negligencia en una casa acaba por hacer imposible la vida familiar.
Antídoto
No hay mejor remedio que la disciplina y la voluntad, sobretodo cuando sabemos que un desorden excesivo crea una sobrecarga de trabajo para los demás. Ordenar significa respeto por los que viven con nosotros.
La inmadurez
Este pecado es más bien una pesadilla. Vivir con una pareja que demanda protección y afecto sin cesar es muy complicado. Estas personas no saben afrontar conflictos ni responsabilidades.
Antídoto
Aprender a ser cada día un poco más autónomo, sabiendo que la pareja no podrá colmar todos nuestros deseos no responder siempre a todas nuestras demandas.
El autoritarismo
La pareja autoritaria quiere ser el único que ostente el poder absoluto en casa. Infantiliza su entorno familiar y no se molesta por ello no reprocha nada. A base de dominar a su pareja, acaba por asfixiarla.
Antídoto
No hay que sentirse menospreciado no inferior frente a una pareja autoritaria; de hecho, su comportamiento denota un marcado complejo de inferioridad. Cree que así se libra de su pánico a no estar a la altura de las circunstancias.
Los celos
La persona celosa está obsesionada con poseer a su pareja. Sufre con todos los escenarios imaginables en los que aparece un rival ficticio. Duda de sí, de sus capacidades para ser amado y duda de los demás.
Antídoto
Para ayudar a un celoso lo mejor es no echar leña al fuego. Las frecuentes manifestaciones de cariño y muestras de ternura ayudarán a calmar su inseguridad y su angustia.
Psicoterapeuta Guiliana Valdivieso
No hay comentarios:
Publicar un comentario